P.- ¿De qué manera interactúa Arriva con el entorno, en todas sus ubicaciones?
Estamos convencidos de que es el momento de actuar. El transporte público ya contribuye mucho a la sostenibilidad, porque es infinitamente mejor que el privado en cuanto a las emisiones y a la calidad de vida de las ciudades. Desde ese punto de partida, tenemos que estar a la vanguardia y renovar esfuerzos para descarbonizar nuestras operaciones.
P.- La nueva sede de Madrid, inaugurada a finales de 2021, tiene ese concepto sostenible y también la compañía está electrificando la flota.
Lo más importante de esta sede es que es un proyecto que aglutina iniciativas y es punto de partida para otras nuevas. La sede es sostenible con el estándar Passive House, por lo que necesita muy poca contribución energética externa para calefacción o aire acondicionado. Además, todos los tejados llevan placas solares para generar electricidad, a lo que se suma la instalación de depósitos de agua subterráneos que captan el agua de lluvia, que después se utiliza para lavar los vehículos, se recicla y se vuelve a utilizar. Son muchas las iniciativas que tiene esta sede que contribuyen a la sostenibilidad, y ahora acometemos la electrificación de la flota. En breve se empiezan a instalar los cargadores para ir introduciendo esos vehículos eléctricos. Los proyectos de descarbonización de la flota van a ser largos. Requieren mucha inversión, pero también una disponibilidad de infraestructura y que los contratos lo permitan. Es un trabajo conjunto entre autoridades y operadores, porque los pliegos son los que fijan los requisitos. Arriva quiere adelantarse a todo eso que va a llegar, porque entendemos que el Urbano será un transporte descarbonizado.
P.- ¿Contemplan la posibilidad de seguir expandiéndose en España?
Arriva es una multinacional con presencia en muchos países. En esos mercados, suele estar entre las tres primeras empresas por tamaño, algo que en España no sucede, pero que es nuestro objetivo conseguir. Por eso, estamos estudiando posibilidades de expansión que esperamos poder llevar a efecto.
P.- La demanda se está recuperando. ¿Llegará a los niveles prepandemia?
La demanda se ha recuperado mucho porque viene de niveles mínimos, hasta del 90% en algunas líneas. Ahora, por ejemplo en nuestras concesiones de Madrid, estamos en un 85% de los niveles previos a la pandemia, pero aún queda trabajo por hacer. El virus ha cambiado algunas dinámicas, y en los próximos meses veremos su impacto real sobre la demanda de transporte a largo plazo. Existen elementos, como el teletrabajo o la pérdida de confianza en el transporte público, no ayudarán, pero estamos convencidos de que a largo plazo, jugará un papel fundamental en las ciudades, para que sean más vivibles. Después de la pandemia, hemos vuelto a unos niveles de contaminación y de congestión vial que no son una alternativa. Por eso, la misión de Arriva es que se vea el transporte público como una opción de movilidad por defecto. En cualquier caso, hacer previsiones es muy complicado. La demanda va a ir subiendo en lo que queda de año, pero no sabemos dónde estará el límite debido a esos cambios estructurales. Porque también influyen otros elementos de manera positiva. Por ejemplo, el incremento del precio del combustible, que debería reducir el uso del transporte privado, o las zonas de bajas emisiones.
P.- ¿Cómo valora que el uso de las mascarillas siga siendo obligatorio en el transporte público?
Confiamos en nuestras autoridades sanitarias. La pandemia ha sido tan importante que no estamos en condiciones de contravenir sus indicaciones. Debemos seguir siendo responsables. Nos encantaría ver un transporte público sin mascarillas, porque ha demostrado sobradamente que es seguro, pero no nos queda otra opción que actuar con responsabilidad.
P.- ¿Cómo afronta Arriva dos eventos importantes, como el GMC y la FIAA?
El Global Mobility Call esperamos que sea un evento que ponga a España en el foco de la movilidad, y que cumpla uno de sus objetivos, que sea un espacio de compartir ideas y permita avanzar en la colaboración público-privada, clave en la descarbonización, como comentamos anteriormente. La FIAA queda un poco más lejos, pero allí estaremos apoyándola.

